El artículo puede encontrarse en An Index Fund Fundamentalist. Es sencillo de leer, se lo recomiendo.
Contenido
Este es un artículo representativo de Jack Bogle, que nos permite hablar de él y de las ideas que tanto dio a conocer durante su vida.
Este artículo es la ampliación de otro publicado unos años antes (de ahí el subtítulo Goes back to the drawing board).
Consiste en realizar un tratamiento estadístico a las rentabilidades obtenidas por fondos de inversión de EEUU, tal y como están documentadas en Morningstar, desde el 1 de julio de 1991 hasta el 30 de junio de 2001. Son 634 fondos de inversión.
Se distribuyen todas las rentabilidades en los 9 grupos de la clasificación de Morningstar, según las empresas sean de Gran/Media/Pequeña capitalización, y según sean de estilo Valor/Mixto/Crecimiento.
El artículo comenta que la rentabilidad que obtiene el partícipe está relacionada con el coste del fondo en el que invierte (del TER, Total Expense Ratio). En promedio, los fondos caros obtienen menor rentabilidad que los fondos baratos. Todos ellos, en todas las categorías, como se muestra en la siguiente tabla.
En la tabla se agrupan los fondos según tamaño de la capitalización, estilo, y cuartil del coste del fondo. La cuarta columna es la resta de las rentabilidades de la segunda (cuartil de fondos más baratos) menos la tercera (cuartil de fondos más caros). Se corresponde con la tabla 2 del artículo An Index Fund Fundamentalist.
Este resultado (a mayor coste, menor rentabilidad para el partícipe) es contraintuitivo. ¿No se supone que los mejores gestores son más caros porque son mejores profesionales y le proporcionan una mayor rentabilidad al partícipe? Pues es al revés.
Y además, uno podría pensar que la rentabilidad esperada es “la rentabilidad del mercado menos los costes”. Si esto fuera así, la diferencia en rentabilidades en la tabla sería comparable a la diferencia en costes (típicamente 1.2%, siendo el coste anual de los fondos baratos un 0.6% y de los caros 1.8%). Pero no es así, las pérdidas son mayores que 1.2% al año (!). Esto es: Los gestores restan valor por encima de sus costes.
Y todo esto sin contar con el “sesgo de supervivencia”, porque los fondos que cierran (normalmente los caros con malas rentabilidades) no forman parte de la estadística. Bogle estima que las rentabilidades de los fondos del cuartil caro pueden empeorar en otro 2% anual al tener en cuenta este sesgo.
Similares gráficas se obtienen con las rentabilidades ajustadas por riesgo, y con el Ratio de Sharpe. Los fondos de los cuartiles caros son siempre peores que los fondos de los cuartiles baratos, para todos los segmentos del mercado.
El artículo va un paso más allá y se plantea si alguien quiere invertir según un segmento particular del mercado, según capitalización y estilo, lo más razonable es que lo haga utilizando fondos indexados.
El artículo concluye con que:Los fondos indexados eliminan el riesgo de las acciones de empresas individuales, de sectores económicos, del gestor del fondo. Solo permanece el riesgo del mercado en su conjunto.
Jack Bogle
- Las rentabilidades más altas están asociadas a los fondos de menores costos.
- La indexación funciona para todos los segmentos del mercado, no solo las acciones de gran capitalización (porque se suponía que los mercados de gran capitalización eran los únicos eficientes, en el contexto de la Hipótesis de los Mercados Eficientes).
ConclusionesLa sombría ironía de la inversión es que los inversores, como grupo, no obtenemos lo que pagamos, sino que obtenemos precisamente lo que no pagamos. Así que si no pagamos nada, lo obtenemos todo [toda la rentabilidad].
Jack Bogle
El coste de las inversiones tiene un impacto directo en la rentabilidad que se obtiene. A mayor coste, menor rentabilidad para el partíciple. Por eso, es preferible invertir en fondos de inversión baratos.
La próxima vez que surja este debate, podemos referenciar directamente el artículo An Index Fund Fundamentalist de Jack Bogle.