Fondo de Emergencia
Una de las primeras preguntas que nos asaltan cuando hemos decidido comenzar nuestra cartera es cuánto de nuestro dinero invertir. Se recomienda no invertir todo nuestro dinero, sino dejar una parte sin invertir que denominamos “fondo de emergencia”.
Este fondo nos permite tener dinero disponible para hacer frente a cualquier gasto o imprevisto que pueda ocurrir. Es decir, el objetivo del fondo de emergencia no es tanto buscar rentabilidad, sino tranquilidad. Por lo tanto, es importante que podamos hacer uso de este dinero en cualquier momento y su valor no tenga apenas volatilidad. Estas características las poseen las cuentas corrientes, las cuentas remuneradas y los depósitos con cancelación anticipada (no todos los depósitos permiten disponer del dinero en cualquier momento).
Respecto al tamaño del fondo, se suele recomendar que incluya suficiente dinero como para hacer frente a los gastos de entre 6 meses y 2 años. El margen es muy amplio, ya que dependerá de la situación y las preferencias de cada inversor. En general, cuanto más incierto sea tu futuro, mayor debería ser tu fondo de emergencia. Es importante que sea lo suficientemente grande como para no tener que desinvertir cuando surjan imprevistos, pues cada vez que lo hacemos estamos vendiendo las primeras participaciones que compramos (criterio FIFO) y tendremos que pagar una mayor cantidad de impuestos (plusvalía) en su venta.